sábado, 6 de febrero de 2016

Los tratamientos farmacológicos para el alcoholismo favorecen que los pacientes no recaigan

Una revisión que recoge la revista JAMA pone el foco en las terapias farmacológicas para tratar el alcoholismo y sitúa estos tratamientos en la lista de opciones terapéuticas que estas personas tienen para evitar una recaída.
Cuando un consumo esporádico se convierte en una adicción, la persona no puede controlar la ingesta. Aunque la bebida en muchos países como España está incrustada en la cultura popular y no se suele considerar un problema para la mayoría, su exceso sí que está detrás de muchos problemas de salud: trastornos psiquiátricos, hipertensión, daño hepático y cardiaco, mayor riesgo de cáncer y alteraciones neurológicas.
La revisión publicada por JAMA hace un repaso de los datos publicados en 123 estudios clínicos que incluyeron en total a 22.803 pacientes. La mayoría de estas investigaciones se habían llevado a cabo con dos fármacos, acamprosato o naltrexona, o con ambos. Aunque también algunos de los trabajos habían evaluado el efecto de otros fármacos como nalmafeno, topiramato y otros medicamentos que no requieren receta médica.
Básicamente, lo que evidencia este análisis es que el acamprosato y la naltrexona son los que presentan una mayor evidencia clínica sobre sus beneficios a la hora de reducir el alcoholismo o la bebida. El primero actúa revirtiendo el estado de hiperexcitación del cerebro vinculado a la ingesta de alcohol, lo que supone que sea efectivo para dejar de beber o, por lo menos, para empezar de nuevo a beber más tarde y en una situación más controlada. Por su parte, el mecanismo de acción de la naltrexona es sobre el sistema opioide cerebral, bloqueándolo, y evitando también el efecto de pérdida de
Katharine Bradley y Daniel Kivlahan, del Centro de Excelencia en el Tratamiento de Abuso de Sustancias y Educación de Seattle, Washington (EEUU), manifiestan en un editorial también publicado en JAMA que “pacientes y médicos deberían empeñarse en realizar decisiones compartidas sobre las opciones terapéuticas de la dependencia al alcohol [...] Se les debería ofrecer aquellos tratamientos basados en la evidencia tanto farmacológicos como conductuales, que apoyan de forma conjunta la recuperación”.
fuente: JAMA
Referencia: Volumen 311, número 18, página(s)
Fecha: Mayo 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario